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El análisis genético del semen es clave para un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado.

El anuncio se realizó en la segunda conferencia virtual por los 25 años de la institución con la buena noticia que hay tratamientos para varones y mujeres que buscan tener hijos.

el análisis de la fragmentación del ADN espermático permite conocer si existen lesiones en el material genético seminal y predecir el potencial de fertilidad masculino.

Así, el Laboratorio de Andrología de la institución se suma a los contados servicios de este tipo que existen en Córdoba y a los escasos 20 que hay en el país.

Conocer las posibles fallas genéticas de los espermatozoides es indispensable, ya que incide en: bajas tasas de embarazo, disminución de la calidad de desarrollo embrionario y aumento en la tasa de abortos. También sirve para detectar otras patologías, como el cáncer testicular.

A ese estudio se suma el espermograma, que mide la calidad y cantidad de espermatozoides y, del “entrecruzamiento de datos, surgen los buenos resultados que permiten óptimos diagnósticos”, remarcó Conrado Avendaño, bioquímico especialista en Andrología y jefe del laboratorio específico del Sanatorio del Salvador, durante el webinar “Análisis de Semen Humano. Nuevas estrategias Diagnósticas”.

Por su parte, Román Carrillo, jefe del Laboratorio Central de la institución, destacó que la incorporación de tecnología y más servicios “va en concordancia con una institución polivalente y con nuestro modelo de atención integral del paciente”.

Las dificultades para lograr un embarazo son más frecuentes de lo que se cree comúnmente y en los últimos 20 años el aumento de las consultas ha sido significativo. A la par de esta demanda surgen nuevas estrategias diagnósticas y de tratamiento de la infertilidad que abren un promisorio horizonte de posibilidades para quienes buscan ese hijo tan deseado.

Ante problemas de fertilidad “normalmente quien consulta es la mujer, pero es necesario estudiar también al varón”, remarcó Eugenia Bulgarelli, médica y responsable del Departamento de Fertilidad que también se inauguró en el sanatorio.

Sobre cuándo consultar, indicó que “a pesar de las ansiedades, la valoración médica es conveniente recién después de un año  de mantener relaciones sexuales frecuentes sin conseguir el embarazo”.

Lo que importa saber

En el caso de la mujer, la cantidad y calidad de los óvulos se puede estudiar con un análisis de laboratorio y una ecografía transvaginal.

Otros de los trastornos más frecuentes que deben considerarse son los desórdenes hormonales en cuanto a la prolactina y la tiroides. También se estudian, con métodos no invasivos, las condiciones del útero y de las trompas de Falopio.

En el caso del varón, se tiene en cuenta el factor hormonal, el genético, posibles obstrucciones de la vía espermática, el factor infeccioso e inmunológico, entre otros. La exposición a la quimioterapia y radioterapia, el ambiente, como espacios laborales expuestos al calor extremo, y los hábitos de vida, como ciertas adicciones, también se examinan para llegar al diagnóstico.

El varicocele, por ejemplo, es una de las patologías más frecuentes en el hombre estéril y produce un deterioro progresivo en la función de los testículos. De hecho, el 35% de los varones que padece infertilidad tiene un problema de índole vascular. 

Muchas de las inflamaciones testiculares son asintomáticas, por eso el paciente se entera que tiene varicocele recién cuando comienza a estudiarse. “La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, la calidad del semen se puede mejorar con tratamiento”, alienta Bulgarelli.

Atención al estrés

El estado de ánimo y el estrés son factores importantes cuando se evalúa los problemas de fertilidad. Al respecto, Conrado Avendaño remarca que “está demostrado que el estrés o la exposición a situaciones traumáticas afectan los cambios hormonales en los hombres y, por lo tanto, la generación de espermatozoides”. Mientras que “en las mujeres –agrega- afecta la regularidad de los periodos menstruales”.

“El estrés genera oxidación –explica- y puede dañar el ADN. Sin embargo, afortunadamente con un buen diagnóstico se puede llegar a tratamientos para mejorar el material genético del semen y revertir la fragmentación”, destacó el andrólogo.

Por lo tanto, el tratamiento debe ser multidisciplinario. “Nuestro trabajo es llegar al mejor diagnóstico y considerar las mejores posibilidades de tratamiento”, concluyó.