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AVANCES EN EL TRATAMIENTO DE LA TROMBOSIS

¿Cuáles son los avances en el tratamiento de la tercera causa de muerte cardiovascular?

El subdiagnóstico aún es muy alto y la tasa de muerte posiciona a la trombosis en el podio de las enfermedades cardiovasculares mortales. Especialista aporta novedades sobre el tratamiento y explica por qué esta patología será cada vez más frecuente.

José Ceresetto, jefe del Departamento de Hemostasia y Trombosis del Hospital Británico, estuvo a cargo de la quinta webinar organizada por el Sanatorio del Salvador en el marco de la celebración de sus 25 años. El especialista abordó los avances en el tratamiento de la trombosis, una patología frecuente que ha cambiado en los últimos años. 

Es un trastorno en la circulación de la sangre que se produce cuando se forman trombos, también llamados coágulos, y que impiden la irrigación normal en el sistema circulatorio. Los trombos pueden aparecer en las venas y arterias que llegan a distintos órganos y, al obstruir el flujo sanguíneo, generan infarto cerebral, infarto de miocardio, trombosis venosas, embolia en los pulmones, entre otros problemas graves.

La trombosis es una enfermedad crónica con un alto índice de recaída, lo que lleva a que muchos pacientes sean tratados durante varios años. “La recurrencia de una trombosis espontánea luego de una trombosis idiopática, es entre el 50 y el 80 por ciento en los primeros 10 años”, aseguró Ceresetto. Además, se caracteriza por un difícil diagnóstico y una alta tasa de mortalidad.

Según los datos presentados por el especialista, es la tercera causa de muerte cardiovascular, luego del infarto y del ACV y la primera en pacientes internados.

Por su parte, Ricardo Ryser, Jefe del Servicio de Hematología y Oncohematología del Sanatorio del Salvador, visibilizó la situación de Córdoba y recordó que el servicio está desde los orígenes de la institución y reafirmó lo habitual que es el trastorno trombótico al apuntar que atienden más de mil consultas hematológicas mensuales.

Avances en el tratamiento

En la mayoría de los casos, la anticoagulación es la forma de tratamiento tradicional. La manera habitual de lograrlo era suministrando heparina y antagonistas de la vitamina K, pero gracias a la aparición de los anticoagulantes directos, los profesionales pueden tratar la enfermedad de una manera más “amigable” porque el paciente no necesita controles de coagulación y son de “uso más sencillo”.

Esta “estrella del tratamiento” apareció en los últimos años, en el formato de pequeñas moléculas sintéticas que bloquean un factor de la coagulación. Ceresetto las definió como: “más fáciles, más confiables y más seguras”.

Entre las principales ventajas, destacó las siguientes:

  • Seguridad: no tienen interferencia con otras medicaciones.
  • Efecto: inmediato.
  • Riesgo de sangrado: entre un 30 y un 50 por ciento menor que las otras alternativas de tratamiento.

Desde la mirada del profesional hay un consenso internacional, ya que en Europa y EEUU más del 80 por ciento de los pacientes que empiezan un tratamiento anticoagulante lo hace con uno fármaco de tipo directo. “En Argentina el uso es mucho menor porque son tratamientos muy costosos”, señaló.

Más fáciles, más confiables y más seguros. La mayoría de los profesionales está rotando a los anticoagulantes directos, aunque en algunos casos los tradicionales siguen siendo una buena alternativa.

Cuidado con la edad

Esta patología se presenta como un problema de salud pública dado que el 5 por ciento de la población sufrirá una trombosis y la prevalencia de esta enfermedad aumenta a un 8 por ciento en los mayores de 40 años. Estos números demuestran que, tal como dijo el especialista, es una patología de pacientes añosos. 

Al incremento de la esperanza de vida se le suman otros factores de riesgo que, según Ceresetto, han aumentado significativamente en los últimos años. Estos son la obesidad y la insuficiencia cardíaca. 

Además, gracias al avance de la medicina se ha logrado un incremento de la sobrevida, lo que puede exponer al paciente a un cuadro de trombosis. El profesional ejemplificó con un caso clínico: “una persona mayor que es salvada de una neumonía duplica el riesgo de tener una trombosis”.

Por último, mencionó la Covid-19 como otro factor que hará que esta patología aumente en los próximos años. “La nueva vedette es la Covid-19, otra trombofilia adquirida que da riesgo de tromboembolismo”, cerró. 

 

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