DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

RADIOLOGÍA INTERVENCIONISTA

Biopsia con Aguja Fina:

Es una prueba diagnóstica que consiste en la extracción de una muestra de tejido, en forma guiada y dirigida por imágenes (ultrasonido, TC, etc.) con fines de ser examinada al microscopio, para cultivo de gérmenes, estudio bioquímico, etc. 

Procedimiento:
En el caso de Biopsias Diagnósticas con Aguja Fina, el médico utiliza una aguja muy fina y una jeringa para extraer una muy pequeña cantidad de células o de tejido o bien de líquido de la región que causa sospecha. Este procedimiento es muy preciso, porque la aguja es guiada hacia la zona de interés con los métodos de diagnóstico por imágenes y se asocia con un bajo índice de complicaciones debido al pequeño calibre de la aguja empleada.

Luego se examina la muestra de la biopsia para saber si tiene células cancerosas.

Biopsias Diagnósticas con Aguja de Corte:

Se emplea cuando no es suficiente una punción de aguja fina para caracterizar la alteración y se necesita una muestra más importante de tejido para analizar. Nuevamente, los métodos de imagen permite guiar con precisión la toma de la muestra, que una vez obtenida, será procesada para que la estudie el médico patólogo. Este procedimiento en general requiere el uso de anestésicos locales en el sitio de punción.

Técnica mínimamente invasiva de drenaje de la vesícula biliar, en aquellos pacientes que no son idóneos a tratamiento quirúrgico, debido a evelada comorbilidad asociada.
Este procedimiento es beneficioso para el control de la inflamación aguda y los desórdenes inducidos por la colecistitis, lo que puede llevar a una disminución en la morbilidad y mortalidad en pacientes con alto riesgo quirúrgico y a operaciones electivas más seguras. 

Procedimiento:

Consiste en la colocación, mediante guía radiológica, de un catéter de drenaje en el interior de la luz de la vesícula.

 

Técnica mínimamente invasiva que permite identificar colecciones líquidas y/o abscesos, para colocar catéteres de drenaje que aceleren su curación.
Este procedimiento permite muchas veces evitar un drenaje por vía quirúrgica, lo que puede llevar a una disminución en la morbilidad y mortalidad en pacientes con alto riesgo quirúrgico.

A través de la colocación de un drenaje biliar externo, se puede franquear una estenosis biliar y en forma progresiva y consecutiva, se va ampliando el calibre de la vía biliar mediante el recambio del catéter por otro de mayor calibre, hasta que se logra el diámetro adecuado para el paciente.  Es un procedimiento que duras de varias semanas y que permite drenar la bilis y aliviar la presión que causa la obstrucción, corrigiendo la obstrucción sin necesidad de cirugía. 

Un drenaje biliar externo es un procedimiento en el que se coloca un catéter para drenar la bilis y así aliviar la presión que causa una obstrucción en los conductos biliares, es decir, aquellas vías  que conectan el hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado.  Cuando la vía biliar está bloqueada se presentan numerosos síntomas y complicaciones, por lo que el médico puede recomendarle que la colocación del catéter de drenaje biliar. Esto permitirá que la bilis drene de su hígado y no afecte las funciones hepáticas. El drenaje externo se hace hacia una bolsa colectora, mientras que el drenaje interno-externo comunica la vía biliar con el intestino delgado franqueando la obstrucción sin cirugía. 

Procedimiento: Mediante punción dirigida y con guías de intervención, se coloca un catéter de drenaje biliar externo que atraviesa la piel y penetra en las vías biliares. 

  • Cuando el drenaje es externo, el catéter quedará por encima del bloqueo y será conectado a una bolsa de drenaje externa.
  • El catéter de drenaje biliar interno-externo atraviesa la piel y penetra las vías biliares, a través de la obstrucción. Un extremo del catéter estará en el intestino delgado, y el otro estará de manera externa al cuerpo y se conectará al mismo mediante una bolsa de drenaje para mayor seguridad, pero en general el catéter deriva la producción de bilis hacia el intestino. 

Es un procedimiento médico que se realiza para investigar la naturaleza de algún nódulo tiroideo con el fin de ser tratado adecuadamente. Se trata de una intervención mínimamente invasiva que no lleva más de 30 minutos. 

Indicaciones: 

  • No ingerir aspirinas 3 o 4 días antes del estudio.
  • Está permitido ingerir líquidos. 

Procedimiento:

Una punción de tiroides es la extracción de muestras de células y/o tejidos, mediante una aguja fina, para luego estudiarlo mediante un microscopio. El procedimiento se hace bajo guía del ultrasonido (ecografía). El ultrasonido provee una imagen muy detallada de toda la glándula tiroidea, ubicada en la región anterior del cuello. Permite visualizar el lugar con gran precisión y ubicar sin error un extractor muy delgado, en forma indolora dentro del nódulo. Así extrae y aspira una muestra generalmente citológica o un conjunto de células.

Permite la toma de una muestra de tejido para su análisis patológico. Se lleva a cabo a través de una guía por imágenes de tomografía computada para que permita mayor precisión en la toma del material. Son procedimientos mini-invasivos, que se realizan en el día, requieren anestesia local y su recuperación es casi inmediata. 

Ante una hemorragia interna por traumatismo abdominal o pelviano, por ejemplo en casos de ruptura del bazo, se procede al cateterismo arterial selectivo, que alcanza las arterias del lecho lesionado y inyecta material de embolización, que permite obstruir temporalmente las arterias que se encuentran sangrando, deteniendo la hemorragia.

Se trata de la colocación de un sistema de sonda gástrica que permita la alimentación, cuando el paciente no es capaz de tragar o alimentarse por vía oral.

Este estudio se realiza en forma dirigida con equipos de fluoroscopia digitial y utiliza unos puntos de fijación gástrica a la piel, que permite luego la colocación de una sonda o catéter destinado para la alimentación enteral.

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