Cardiología
Se supera el COVID, pero muchas veces quedan secuelas.
En un número importante de pacientes, las complicaciones post-COVID se manifiestan recién después de 90 días de haberse recuperado de la enfermedad. Es indispensable hacer un control para tratarlas a tiempo.
El doctor Eduardo Perna, presidente de la Federación Argentina de Cardiología y disertante invitado, subrayó que existe “una pandemia invisible”: la de la enfermedad cardiovascular, que termina con la vida de 18 millones de personas en el mundo, por año, lo que representa casi el 32% por ciento del total de muertes a nivel global.
Este dato hace que se deban detectar las consecuencias cardiovasculares que puedan tener los pacientes que atravesaron el COVID, ya que se sabe que se pueden desencadenar escenarios de peligro una vez que la enfermedad fue superada. A esta situación se la denomina “COVID prolongado”.
La Organización Mundial de la Salud definió el COVID prolongado como una condición que ocurre en un paciente, con historia probable o confirmada de infección por SARS, usualmente tres meses después del comienzo del coronavirus con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden ser explicados por un diagnóstico alternativo. Los síntomas pueden comenzar de nuevo después de la recuperación o persistir después de la etapa inicial.
“Esto es un tema importante porque hay muchos pacientes que continúan con síntomas, pero algunos los desarrollan exclusivamente después del COVID”, señaló el médico correntino.
Multiples complicaciones
Se sabe bien que las manifestaciones son muy amplias, como neurológicas, psiquiátricas y trastornos pulmonares u otro tipo de complicaciones gastrointestinales y, fundamentalmente, complicaciones cardiovasculares.
“Esta interrelación entre lo cardiovascular, el coronavirus y las secuelas que deja tiene que ver con que hay muchos factores de riesgo que están presentes en los pacientes que desarrollan coronavirus”, dijo Perna. Por lo tanto, aumenta la posibilidad de que las personas tengan una evolución adversa una vez que hayan transitado el virus, y esto podría llevar a que desarrollen comorbilidades de distinta naturaleza en el corazón.
Un estudio de la Universidad de Oxford sobre prácticamente 300 mil personas, mostró que hay muchas que solamente tuvieron manifestaciones de efectos post-COVID en los primeros 90 días, pero hay un grupo importante de esa muestra que desarrolló síntomas solo entre los 90 y 180 días. “El riesgo de la infección por este virus incrementa el riesgo de la mayoría de los trastornos. También lo que se vio es que uno de tres pacientes tenía características de COVID prolongado entre tres y seis meses”, expuso.
Por lo tanto, cuando se evalúa a este tipo de pacientes, se tienen que tomar los datos de lo que ocurrió cuando padeció la enfermedad para disponer de la información de la historia clínica previa. “Un ecocardiograma, imágenes como el ultrasonido pulmonar o el escaneo pulmonar, los datos del interrogatorio y la visita clínica. Hay información en todos estos elementos que nos hacen sospechar que tiene compromiso cardíaco. Entonces, estos pacientes van a requerir una evaluación un poco más profunda”, declaró Perna.
Lo cierto, y como conclusión, decimos que los pacientes con riesgo cardiovascular que han superado la enfermedad, deben concurrir al cardiólogo y hacer un control temprano, ya que el tratamiento y evaluación de los riesgos dependen del diagnóstico para detectar secuelas e inconvenientes.
Cardiología, Cirugia Cardio-torácica