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Desterrar prácticas acríticas y respetar los derechos de la embarazada. 

Las gestantes deben tener una experiencia confortable, placentera y segura antes y después de dar a luz.

Durante un panel de expertos sobre parto humanizado que organizó el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Sanatorio del Salvador, se remarcó la necesidad de dejar a un lado prácticas acríticas dominantes que distorsionan y vulneran los derechos de mujeres gestantes y bebés, antes, durante y después del parto.

Esos derechos se establecieron en 2004 por iniciativa de la Alianza Francesa del Parto Respetado (Afar, por sus siglas en francés) y desde entonces se replican en distintos países con el objetivo de visibilizar el modo en que se atienden partos en todo el mundo, y de empoderar a las gestantes para que exijan el cumplimiento de derechos vinculados al nacimiento.

Nuestra institución viene trabajando en esa línea y se ajusta tanto en la atención como en la cultura institucional según lo que establece la Ley 25.929 de Parto Humanizado. Entendemos que no se trata de tener presente una lista de prácticas prohibidas, sino de facilitar un trayecto seguro y confortable para las embarazadas, consensuando y respetando todo lo que es posible en las circunstancias de cada mujer. Esto es importante destacar, ya que situaciones particulares de cada embarazada y del bebé en gestación, pueden determinar ciertas intervenciones que aseguren la salud de ambos.

En la conferencias, los panelistas repasaron los derechos contemplados en la Ley de Parto Humanizado, pero, fundamentalmente, compartieron buenas prácticas.

Así, Jorge Peralta Angelelli, integrante del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Sanatorio del Salvador, recomendó que todas las futuras mamás diseñen su plan de parto entre la semana 24 y 32 de embarazo y que se lo presenten a su obstetra porque no todas las instituciones están equipados con la infraestructura y complejidad necesaria. 

Los integrantes del panel también destacaron una serie de decisiones que toda mujer puede tomar vinculadas al parto. Algunas de las mencionadas fueron: la presencia de acompañantes, técnicas de relajación y opioides para el alivio del dolor, anestesia peridural, posición de parto, alimentos, música, aromas y luces. 

En esta línea, Gustavo Goldsmorthi, especialista en embarazo de alto riesgo e integrante de nuestro servicio, remarcó que existen técnicas para que el momento del nacimiento sea cómodo y seguro para la madre y el bebé. Deambular o hacer actividad en la sala de parto, mantener posiciones verticales que favorecen la dilatación, utilizar pelotas o bancos de parto, sumergirse en agua tibia, son algunos ejemplos de lo que se aprende en el curso de preparto que da la institución. Al respecto, Goldsmorthi expresó que esas técnicas ayudan a que la embarazada tenga un trabajo de parto placentero. “Buscamos que viva un lugar confortable, cómodo y seguro”, aseguró el obstetra.

Pérdida de orina y prolapso

También se abordó los problemas del piso pélvico, como incontinencia urinaria y prolapso,  muy frecuentes en las mujeres.

Entre las causas, se mencionó embarazo y parto, factores hereditarios de debilidad del suelo pélvico, deporte, menopausia y hábitos cotidianos como la retención de orina durante muchas horas por día.

Al respecto, Adelaida García, responsable del Departamento de Piso Pélvico del Sanatorio del Salvador, resaltó que algunas mujeres transitan ambas disfunciones y otras solo una de ellas y que los sentimientos vinculados a la incontinencia urinaria suelen ser de angustia, impotencia o vergüenza. Además, remarcó que aunque los escapes de orina suelen ser normales en el tercer trimestre de embarazo y la mayoría se “resuelven” de manera espontánea luego del parto, estas mujeres deberían realizar rehabilitación como cuidado de posparto.

En esta misma línea, Daniela Gualtieri, fisioterapeuta y kinesióloga formada en piso pélvico, subrayó que es importante que la embarazada sepa cómo hacer fuerza y hacia dónde dirigirla durante el parto para no lesionar el piso pélvico. Además, resaltó que, aunque la incontinencia de orina es frecuente, no es normal y animó a que aquellas mujeres que transitan esta patología, consulten con un fisioterapeuta especializado.